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| "El Palacio de Papel" / 29 Bienal de Sao Paulo (2010) |
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| Una versión del proyecto, expuesta en la Galería Casas Reigner fotografía de Oscar Monsalve |
Hay imágenes inquietantes que nos mueven a buscar un "más allá" de la superficie. Ese impulso es una manera de ver las cosas, de vivir en el presente, a pesar de que haya imágenes de diferentes épocas que aún nos pueden perturbar y que, dentro de ese anacronismo, buscamos reflejarnos. Como director de Rojo Galería trataré, en las exposiciones que en ese espacio se hagan,de hacer un análisis que se acerque a descifrar aquel punctum que se esconde detrás de cada imagen. Andrés Gaitán Tobar
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| "El Palacio de Papel" / 29 Bienal de Sao Paulo (2010) |
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| Una versión del proyecto, expuesta en la Galería Casas Reigner fotografía de Oscar Monsalve |
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| Izq. Marcel Duchamp como Rrose Sélavy. Der. A. Barrios como J. Barrios como M. Duchamp como Rrose Sélavy |
Por todas estas preguntas que acompañan desde siempre su producción artística, bien vale la pena ver cómo Álvaro Barrios se erige a sí mismo como ganador de un premio que él mismo creó, y que ha servido para, de manera metafórica reseñada en sus cuadros, ofrecérselo a otros artistas de talla mundial.
Dibujo en grafito y tiza de Joseph-Benoit Suvée (1791)
Roland Everths Fince y Alberto Everths Uriana integrantes de la comunidad de Bahía Portete, asesinados el 1 de febrero de 2004
Fotografía de Jesús Abad Colorado, 2009
[1] http://memoriahistorica-cnrr.org.co/archivos/arc_docum/informe_bahia_portete.pdf
Junto con este informe se instaló la última semana de septiembre la III Semana por la Memoria del Grupo de Memoria Histórica en el cual hace parte Jesús Abad Colorado. La exposición Memorias y huellas de la guerra: resistencias de las mujeres en el Caribe colombiano también hace parte de los eventos anexos a esta semana, aunque estará abierta hasta el 30 de enero de 2011.

Para finalizar, unas preguntas: ¿Quién dispuso el orden de las imágenes y el lugar de ubicación en la plaza? Ahora que estamos en “guerra” con el bolivarianismo, se destaca simbólicamente no solamente el hecho de que Bolívar ya no sea el centro, ni la sombra del centro, en su propia plaza, sino que adicional a ello, tengamos en un costado del Palacio de Justicia la figura de Georges Washington. Si estamos celebrando el Bicentenario: ¿ha sido justo el tratamiento que se le está dando? Una muestra tan sencilla, no ha podido ser más agresiva con la inteligencia, con la amorfa identidad, con la historia, con la plaza de Bolívar y con la “independencia” de todos los colombianos y turistas que por allí transitamos. Bien valdría la pena releer a Kawabata para entender cómo poéticamente podríamos jugar con estos elementos sin maltratarnos los unos a los otros.
Hace unos días salió publicada en primera página del periódico El Tiempo, la imagen del Papa Benedicto XVI llegando al Reino Unido, en la cual aparece su rostro cubierto por la manta de su vestido. El aire…, el viento, en un momento dado sopló y levantó la manta cubriéndolo y dejando un instante mínimo para que las lentes de todos los fotógrafos alrededor pudiesen capturar dicha imagen. Una imagen, si se quiere clasificar, normal, casual. El viento sopla y nunca ha dejado de soplar, pero particularmente en este caso, no es la primera vez que el viento sopla sobre el Papa. Desde que el Papa Juan Pablo II murió y mientras su funeral (abril 8 de 2005), los vientos le jugaron una mala pasada a todos los cardenales que estaban sentados durante la ceremonia. Desde ese instante, nadie podría suponer que el asunto del viento iba a ser protagonista del papado de Benedicto XVI. 
No es que estos problemas se hayan presentado durante el pontificado de Benedicto XVI, sino que es él quien los hereda del anterior (Juan Pablo II), como quien hereda una deuda impagable. Es en definitiva a él a quien le toca poner la cara frente a las demandas, y frente a una pregunta que asalta al mundo entero sobre la necesidad de continuar alegando el celibato como una condición para ejercer las funciones de ministro de la iglesia católica. ¿Qué necesidad hay de mantener este celibato? Es urgente en estos días promover la idea de que el sexo es una fuente vital en el ser humano. O, ¿hasta dónde hemos llegado, qué límites hemos tocado, para encontrarnos hoy día ya no con curas padres y amantes sino con curas pederastas? Decía que era al Papa Benedicto XVI a quien le ha tocado poner la cara por todo lo que ha venido pasando, pero su actitud ha sido demasiado benevolente y hasta convenientemente ausente. Por ello, la imagen del Papa en la cual su rostro es invisible, es inaccesible, en el cual se oculta toda una verdad inocultable no puede ser más simbólica. Es una imagen sobre la cual vale la pena entender lo lejos que ha llegado la estructura de la iglesia con respecto a sí misma, a sus miembros. El viento ha sido, en estos casos, tan incisivo en tapar el rostro del sumo pontífice, que bien podríamos suponer que la vergüenza que tanto debería tener la iglesia, el viento se la pone de manifiesto. El viento nos muestra la actitud que el Papa ha tenido frente a las gruesas demandas que le llueven a la iglesia. El Papa no ve ni se deja ver, y el viento… tan invisible, hace que el gesto del Papa sea el mismo que se ve en todas las personas que deben una explicación a la justicia. Quien pudiera creer que el viento fuera tan irónico.
Exposición individual “lo informe y el límite”
Hay, entre todas estas imágenes que destellan osadía y cuestionamientos, unas pequeñas urnas con unos dibujitos destacados de las baldosas informes que se hacen en el piso salado de Uyuni. Estos dibujos se han troquelado para que queden solamente las líneas vacías atadas unas con otras manifestándose en su fragilidad como agentes de cohesión. Seguramente, lo más interesante de dichos dibujitos troquelados no es solamente su tamaño vaporoso, sino el pliegue que se forma en cada urna transparente. La luz incide sobre ellos de tal forma que no solamente proyecta la sombra esquiva de sus enlaces, sino que se entremezclan con ella las sombras de los bordes del contenedor. Dado que hay varios focos de luz, dicho protagonismo de la sombra se realza a tal punto que vemos sombras de contenedores tratando de atrapar sombras de contenidos que a su vez están hechos de vacíos o espectros de la naturaleza. La urna se despliega mil veces haciendo relevante el vacío que contiene. Es decir la urna contiene en sí misma, con sus sombras y sus pliegues y sus transparencias: la nada. Una nada arrugada, sencilla, casi que angustiantemente milenaria porque sitúa el cuerpo como reflejo de ella. Esa ha sido la apuesta de López en esta exposición que vale la pena visitar no para verla sino para verse en ella y a través de ella... y de paso, para preguntarse, qué es lo que en este campo de percepción no estamos viendo.
fragmento "Simulacros"
Al entrar a la exposición Re-cámaras[2], sin rodeos nos topamos con una pregunta permanente: ¿De qué manera hemos venido construyendo o abordando los innumerables campos de la fotografía? Y es precisamente esta pregunta la que hace que nos distanciemos entre el tomar fotografías (hoy en día convertida en una acción muy difundida) y el pensar la fotografía. Wills nos pone de manifiesto que dicha diferencia entre lo primero y lo segundo se da en que el hecho de pensar la fotografía nos lleva a diversos lugares donde la cámara es apenas una excusa para capturar la maleabilidad de “lo real”. Si nos acercamos a la obra de Oscar Muñoz, donde aparecen en unas cubetas de agua una imagen fotográfica de partes de un cuerpo, hecha con polvo de carbón que se ha sentado sobre su superficie, veremos que el señalamiento está más concentrado en un problema de memoria, de fragilidad y de tiempo. Estos tres conceptos se entrelazan formando una trenza angustiante que se va desanudando cada vez que una gota de agua cae sobre la superficie dañando el dibujo, erosionando el cuerpo, lacerando la desnudez. La gota va cayendo..., y se deja ver cayendo insonora mientras traspasa el dibujo (la fotografía). ¿Es acaso el cuerpo memoria? ¿Es acaso la piel tan frágil? O es la fotografía una serie de preguntas sobre el paso del tiempo que corroe los vestigios de lo violento? Wills nos deja una pregunta al final del texto de presentación de esta muestra que nos confunde, en el mejor sentido de la palabra, sobre nuestra mirada acerca de “lo real”: “¿Dónde podemos ubicarnos frente al territorio de la fotografía: dentro de la cámara o por fuera de ella?”[3] Esta frase, refiriéndonos a la obra señalada de Oscar Muñoz, es incisiva sobre la posición del espectador ante la imagen fotográfica: Hago parte de la destrucción lenta de una imagen? O soy consciente de que además de la imagen se trata del cuerpo que hemos venido, con distancia, ultrajando desde hace años en Colombia.
[1] Georges Didi-Huberman, Images Malgré Tout, Les Éditions de Minuit, Paris, 2003.
[2]La exposición cuenta con obras de: Fernell Franco, María Elvira Escallón, Juan Fernando Herrán, Rosario López, Miguel Ángel Rojas, Oscar Muñoz, Víctor Robledo, Gloria Posada, Liliana Angulo, Nelson Vergara y Angélica Teuta.
[3][3] Tomado del texto de introducción de la curadora María Wills.
Veamos un referente similar en cuanto al recurso malévolo del muñeco obra de Tony Ousler “Talking Head / Pain” o “Selfportrait in Yellow”. La imagen proyectada sobre el muñeco es una imagen aparentemente sencilla, sin embargo, la desproporción que se logra se debe a la superficie abultada sobre la que se proyecta una imagen sencilla. Dicha desproporción hace que la imagen se deforme y que al hablarnos se convierta en un muñeco diabólico con superpoderes o al menos con gran capacidad de hacer daño a pesar de su aparente fragilidad.
Sale una nota esta semana en la prensa mundial que pareciera no tiene mayor relevancia, o al menos, dado el tamaño y el lugar donde se ubica el artículo en una gran cantidad de medios informativos, así lo hace pensar: durante su visita como ayudantes del desastre haitiano, los expresidentes de los EEUU, George Bush y Bill Clinton saludan a algunos ciudadanos que se agolpan para verlos en persona y seguramente para tratar de ver en ellos un gesto que les pueda dar ánimo a su ya menoscabada vida. Los haitianos, habitantes más olvidados, más pobres, más desgraciados de todo el continente americano aumentan su desdicha con uno de los peores terremotos del presente siglo, y seguramente uno de los peores durante mucho tiempo más. Los norteamericanos, aún viviendo uno de sus peores momentos de crisis económica sigue teniendo el mando como potencia mundial y está dispuesto a ayudar a Haití a salir de su actual problema. Al menos esto es lo que hasta el momento sabemos y muy seguramente así será. ¿A qué precio? Se preguntarán algunos escépticos sobre el buen corazón y la ayuda desinteresada de los EEUU. No es este el problema a tratar en este artículo.
Fotograma del vídeo de RSG "Blackhawk One"

Imagen: Brazo de Reina acompañado al fondo por los "Desposarios de José y la Virgen (Siglo XVII por Gregoria Vásquez de Arce y Ceballos)
¿o de qué otra manera podríamos explicar un postre expuesto en la mitad del recorrido al que todos los colombianos lo reconocemos abiertamente y sin mayor pudor como “Brazo de Reina”? Y no solamente lo conocemos así, sino que con delicadeza lo vamos partiendo en tajadas y lo vamos distribuyendo entre los comensales que ávidos lo devoran y lo alaban por su fina textura. Sea esta obra, producto de la historia de la culinaria que en su gran mayoría no tiene autor, uno de los exponentes más extraños pero al mismo tiempo más apropiados de toda la muestra, porque en este postre podemos apreciar la forma cómo hasta nuestros días vamos construyendo este cuerpo mortificado/martirizado dentro del camino de lo religioso. Un cuerpo que se ha venido acostumbrando a que en el dolor esta el significado de la vida y que en la espera piadosa se trasciende la materia.
Es esta una exposición que, con fascinación, va más allá de las imágenes que nos muestra. La deuda de sus curadores es darnos una continuación de tan enigmático problema en el que nos han metido. Ese “habeas corpus”, ese cuerpo que se expone y que se deja ver, es a pesar de sí mismo, un cuerpo que sigue penetrando en todas las esferas de lo público y de lo privado en este inmediato presente. Por ello, vale la pena ir a visitarla y verse en ella con risita nerviosa.
(1) Ver LOS LÍMITES DEL CUERPO – O LO BELLO EN EL HORROR /PREMIO ENSAYO HISTÓRICO, TEÓRICO O CRÍTICO SOBRE ARTE COLOMBIANO, Publicado por el Instituto Distrital de Cultura y Turismo, Bogotá, 2005. Aunque la fuente más directa puede verse en el Diccionario creado por Bataille donde le da una definición a algunas partes del cuerpo. Este diccionario esta compilado en "LA CONJURACIÓN SAGRADA / ENSAYOS 1929 - 1939", Adriana Hidalgo Editora, Buenos Aires, 2003.