22 de enero de 2010

CARLOS E. MONROY / Intimidad y Razón


Análisis de la obra "Retratos Familiares" de Carlos E. Monroy
Agosto de 2004 Fotología / Evento fotográfico dirigido por Clemencia Poveda Directora General de Fotología

Hay en Fotología obras como la del argentino Marcos López en la Galería El Museo, o la de Rodrigo Facundo que nos muestra en el Centro Portobello en la Galería Cuarto Nivel sus máquinas de guerra muy cotidianas y muy alegóricas al bricolaje casi genético que llevamos los colombianos; hay otras como la de Andrés Duplat y una directa relación con el contrabando de gasolina en la Valenzuela y Klenner, aquella de más allá de Santiago Monge en el Callejón de exposiciones del Jorge Eliécer Gaitán haciendo referencia no solamente a los videos censurados de Madonna, sino a una singular apropiación de este problema con el género y conflicto en Colombia, que juega mucho con una muy cerca de allí en el Centro Cultural de la Universidad de Salamanca, donde se encuentra una muestra que reúne a mujeres jóvenes. Sin embargo quisiera destacar en este espacio la obra del muy joven artista Carlos Eduardo Monroy.


Se trata de una selección de una larga serie de fotografías familiares que sitúan al espectador en una lenta pero progresiva desnudez de una familia común y corriente. En la secuencia fotográfica, vemos a una familia feliz posando, sentada en sofá y en una sala cualquiera, como quien se toma la foto antes de salir a la fiesta de algún familiar o amigo cercano. Todos están perfectamente vestidos para la ocasión…. Acto seguido vemos la misma foto de las mismas personas exactamente en el mismo sitio y orden pero ligeramente menos formales. Es decir: ha habido un cambio en la manera como llevan su traje, las corbatas cuelgan sobre los hombros, los vestidos de las dos mujeres se desajustan un poco y el único niño en la foto aparece sin pantalones….. poco a poco vamos avanzando hasta tener una desnudez total de esta familia feliz.


No es solamente el hecho de hacer una serie de fotografías familiares, sino la manera como vamos avanzando a una cierta intimidad que sonroja y produce una especie de autocensura. Su explicación puede ser muy sencilla, esta familia se parece a la mía, esta es una familia tan común y corriente que aquellos papás y hermanos pueden fácilmente ser los de cualquiera de nosotros, por ello desestabiliza el hecho de verlos tan tranquilamente exhibiendo sus cuerpos frente a la cámara y por ende frente a los muchos espectadores que puedan entrar al espacio de exposición. Nuestros padres y hermanos exhibiendo sus desnudas carnes, sus intimidades a todo el que entre a ver estas fotografías nos muestra lo lejos que estamos de la realidad, y lo cerca que seguimos los patrones morales que rechazan éstas como tantas otras intimidades tan cotidianas como nuestra relación con nuestros propios cuerpos.

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