24 de febrero de 2012

ALFONSO ÁLVAREZ / Lo Feo es Difícil

Título de la Exposición: "La Edad de la Locura"
Exposición Individual de Alfonso Álvarez
Galería Sextante, Carrera 14 No 75 - 29
Abierta hasta el 10 de marzo de 2012

En su diálogo “Hipias Mayor o de lo bello”, después de una ardua discusión algo irónica, algo petulante, entre Sócrates e Hipias Mayor, Platón finaliza con la frase: “las cosas bellas son difíciles”. Mucho tiempo ha pasado ya desde aquella época ateniense y muchos cambios se han visto con respecto a la transformación de lo bello. Cada época, cada cultura, cada sociedad incluso, ha sido partícipe en la construcción de modelos sobre lo bello, y se ha movido bajo interpretaciones, muchas veces inexplicables o vagas, en la que lo bello es una fuerza determinante. ¿Cómo algo que no ha podido definirse claramente sigue siendo motivo de luchas políticas, envidias entre vecinos, o enamoramientos desenfrenados?

Esta corta introducción nos puede ser útil en el momento en que incursionemos en la Galería Sextante y nos enfrentemos a la obra reciente del artista Alfonso Álvarez. Allí nos toparemos, como quien se topa con otra persona en la calle, con una serie de 16 retratos de seres extraños finamente pintados al óleo. Todos los retratos se presentan de perfil debido, según Álvarez, a que es de esta manera que se pueden acentuar los rasgos y definir aún más el prototipo que alguna vez dibujó mentalmente en la persona que casualmente pasaba por su lado. ¿Con cuántos de estos personajes nos hemos encontrado en el asiento de al lado en un bus, o en la fila del banco, o en una cafetería? Claro, hay deformaciones y exageraciones,…., pero indudablemente las extrañezas de la fisionomía en la realidad a veces se superan a sí mismas.

Estos extraños personajes se destacan unos a otros por pequeños detalles que ayudan a entenderlos y a clasificarlos como seres “deformes”. Bien sea por pequeños granos acumulados en la nariz, o por la frente ligeramente cuadrada, o por alguna extrañeza en la piel o en la oreja o en los ojos, nos enfrentamos cuadro a cuadro con fisonomías que en principio intuimos extrañas a uno mismo. Es decir, las vemos como fisonomías ajenas a uno. Sin embargo, no deja de ser sorprendente el momento en que la mente nos hace una jugada de interlocución con la obra, seguramente en el momento en que el ojo trata de construir el retrato de frente o de ver el volumen en su totalidad, y empezamos a vernos reflejados en ellos como quien hace propio un paisaje con el que nunca se ha tenido una experiencia en la vida. Los retratos de Alfonso Álvarez nos ayudan a vernos reflejados en ellos, a buscarnos en cada uno de estos personajes y a odiarnos esa parte oculta. Dejan de ser personajes retratados para empezar, como por arte del arte, a retratarnos sicológicamente y a encontrar que aquellas caricaturas no son otra cosa que el reflejo de lo que uno de ve uno mismo en el otro.

Cesare Lombroso, Estudios de Fisiognomía
Seguramente cuando Foucault dedicó unas páginas a describir cómo se ha ido construyendo una idea clara y “políticamente correcta” sobre los anormales, habría podido ampliar el término de lo “monstruoso” con la inclusión de lo “feo”. La fealdad, sin lugar a dudas ha sido, un valor determinante en la construcción de una idea de lo malo. No está de más incluir en este final de análisis lo que la Fisiognomía ha significado en el tratamiento discriminatorio, desde hace siglos, hacia el feo. Luego de muchos estudios, ya a finales del siglo XIX, retoma esta idea Cesare Lombroso arropado con las banderas del positivismo y redacta su Antropología Criminal. A pesar de que supuestamente no tuvo mayor impacto, todavía nos atrevemos a seguirlo al pie de la letra y a ver en el “feo”, en aquel que no cumple con el patrón estético de moda, a un criminal. Alfonso Álvarez entra en esa delicada puerta del retrato y hace que estos personajes “feos”, “desagradables” y “anormales”, resulten bellos por su delicada finura en el tratamiento de la imagen muy al estilo del famoso pintor renacentista Ghirlandaio. Por todo lo anterior, por el “feo” que nos habita, por la clasificación estética que nos domina y parafraseando a Platón, podríamos, al igual que lo bello, decir que: las cosas feas son difíciles.

16 de febrero de 2012

MANUELA REYES / Sísifo, el Silencio y el Amor

Love Life (2012) fotografía Camila Velandia / capitalgreen
Título de la Exposición: Love
Exposición individual de Manuela Reyes
Lugar: Carrera 16 No 95 - 70 piso 7 (Edificio en obra gris)
Abierta hasta el 28 de febrero

Al entrar al recinto, al 7º piso de un edificio en obra gris, nos encontramos con un espacio creado especialmente para cobijar una larga serie de Manadalas finamente elaborados durante tres pacientes años en un bosque en las goteras de Cundinamarca. Estos Mandalas han nacido de la figura ancestral de la Flor de la Vida y han recogido como finalidad algo que rara vez se aborda como un posible en el campo del arte: el Amor.

Al aproximarme a estos Mandalas de Manuela Reyes una de las cosas que más siento que salta a la vista es el silencio. No es un silencio perceptible al oído sino visible. Es una introspección que anuncia que hay otras maneras de oír y que dichos sonidos solamente podrían ser escuchados si los vemos. Es un sonido diferente que escapa a una mera interpretación y que podría acercarme a él, un poco a tientas, a través de un hecho descriptivo:

Imaginemos a Sísifo cualquier día de la semana, mientras trabaja siendo un útil, pensando sobre su trabajo. ¿Trabaja para poder vivir, o vive para trabajar? Trabajando logra ganar algo para mantener su “hogar” y para comer, pero en el fondo solamente espera que el trabajo no se le acabe porque de ser así, no podría vivir como vive. Digamos que podría llegar a la conclusión escueta y primaria de que su trabajo no es vida sino que le permite vivir. Pero a la hora de vivir, que no es entre semana, se embriaga y se desprende de sí mismo.
“Cómo la pasamos de bueno el sábado, ¿no?” le preguntaría un compañero de trabajo.
“Si. Nos tomamos como 4 o 5 petacos …. Qué juerga tan espantosa ….” Respondería Sísifo.
“Toca repetirla!” diría un tercero.
Pero Sísifo no sabe si pasarla bueno significa embriagarse todos los sábados en la noche, o no hacer NADA el domingo. Solamente sabe que para poder seguir así, debe seguir trabajando. Y todos los días, invariablemente, hace lo mismo. No hay un lunes que se diferencie de otro lunes, y hasta es posible que no haya un lunes que se diferencie de cualquier otro día de la semana laboral. Todo ello, para que no haya un fin de semana que se diferencie de otro.
Y solamente, en aquel momento en que decide pensar sobre su trabajo se da cuenta que siempre ha estado evitando el silencio y llenando todos los espacios por donde circula de ruido. Ruido externo. Ruido que en contraste con el silencio, no lo ha dejado pensar sobre sí mismo, sobre su existencia, sobre su vida. Hacía mucho tiempo que no veía en su rostro una sonrisa tan demarcada.
Ondine (2011),
Fotografía Camila Velandia / capitalgreen
En la obra de Manuela Reyes, se ve ese silencio y esa diaria pregunta sobre la vida. Es un silencio que le gana a todos los ruidos alrededor, y que molesta en el sentido de que hace que los esquemas cambien.

¿Por qué tengo que prender la t.v.? me pregunto en mi silencio, para responderme: “para sentirme acompañado”.
Planet Love (2011)
Fotografía Camila Velandia / capitalgreen
El silencio ha existido siempre, …, ¿cómo entenderlo? Esta pregunta me recuerda a John Cage que en un momento de su vida, por allá a mediados de los años 40’s, dio un giro radical a sus composiciones guiado de la mano del budismo zen. Cage diría: “El significado esencial del silencio es la pérdida de atención …. El silencio no es acústico. Es un cambio de mentalidad (…) El silencio es solamente el abandono de la intención de oír.”(1) Pero fue en agosto de 1952 en la ciudad Nueva York, que se hizo la premier de su obra más emblemática: 4’33’’. Un gran piano de cola es el único instrumento que hay en el escenario. El recinto está lleno de gente atento a la nueva creación de este músico “extraño” que ya ha irrumpido en controversiales presentaciones. Entra el intérprete, se sienta frente al piano y para dar inicio a la pieza, cierra la tapa del teclado. Durante 4 minutos t 33 segundos, el piano estuvo en silencio. El intérprete abre la tapa para marcar que la pieza ha terminado, se levanta de su butaca y se va. 
Mute, dibujo/partitura de John Cage, 1953
Fueron 4 minutos y 33 segundos de silencio en la sala. Un tiempo suficiente para empezar a ver en la distancia el ruido que nos ha estado acompañando y que lo asumimos como propio… como “natural”. Un tiempo apenas preciso para empezar a valorar todas las posibilidades del silencio y para empezar a vernos qué tan extraños hemos sido nosotros de nosotros mismos.

Pareciera que Manuela Reyes se preguntara de la misma manera que lo hace Cage : ¿Con qué objetivo hace uno arte? Un maestro hindú le diría a Cage: “El propósito de la música es acallar y serenar el espíritu, haciéndolo susceptible a las influencias divinas.”(2) De aquella famosa frase, nació la pieza musical 4’33’’, y aunque no fuese así, pareciera que de esa misma frase hubiese nacido esta exposición de Mandalas.

detalle de "Love is in the Air" (2011), fotografía Camila Velandia / capitalgreen
Aquel Sísifo Moderno entenderá que solamente dejará de ser un útil, un instrumento antinatural, en el momento en que él así lo decida. Llegará, ojalá, a ver la diferencia entre la NADA viendo televisión, con la NADA viéndose a sí mismo, o a descubrir que pagar por AMOR un sábado en la noche no es lo mismo que AMAR. Es factible que siga haciendo el mismo trabajo que ha hecho durante toda su vida, pero algo en él habrá cambiado. Reirá como así lo hizo el que describió Camus.

La obra de Manuela Reyes, hace que pensemos en todo esto que nos rodea y en todo esto que es lo que somos en el día a día.

(1) La filosofía Zen en el trabajo de John Cage como antecedente y generador de 4¨33”,  David Martín Jiménez, http://www.tuobra.unam.mx/publicadas/040627173505.html
(2) Lo que el silencio enseñó a John Cage: la historia de 433’’,  James Pritchett,  http://www.macba.cat/PDFs/jamespritchett_cage_cas.pdf